El libro contiene la exposición “Paisajes después del huracán Sandy” a propósito de los impactos del huracán que asoló la provincia de Santiago de Cuba en 2012. La colección evidencia el ímpetu de un pueblo que se empeñó en devolverle el esplendor a su ciudad. El artista Julio Larramendi captó con su lente no solo las instantáneas de la devastación provocada por las fuertes ráfagas de viento y las lluvias; también acompañó a los pobladores que, en zonas rurales como Siboney y Sigua, formaron brigadas para resarcir los daños y desarrollar el proceso de recuperación llevado a cabo con fondos provenientes de organizaciones no gubernamentales y diversas instituciones cubanas y extranjeras.